6 de julio de 2024

Resucitar animales que se extinguieron: en el futuro no habrá mamuts, sino ‘mamufantes’

“Pagaría mucho dinero para ver una cosa peluda medio elefante-mamut en un zoo o en un parque de vida salvaje, incluso sabiendo que no es auténtico”, reconoce espontáneamente el genetista Tom Gilbert. “Pero sería un error llamar a eso un mamut”, añade. Su equipo de la Universidad de Copenhague acaba de publicar un estudio que señala exactamente esa idea: nunca tendremos un mamut 100% exacto a los que pastaban hace miles de años entre los hielos. Ninguna de las especies extinguidas que se están tratando de resucitar lo será: tigres de Tasmania, palomas migratorias, dodos… Siempre serán híbridos, una mezcla más o menos parecida a lo que fue ese animal extinto.

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Solucionismo tecnológico

Aunque son muchos los problemas que plantea la desextinción de especies, algunos de los más importantes tienen que ver precisamente con su relación con los ecosistemas a los que se pretende devolver a estos animales sintéticos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) publicó un informe en el que advertía de que estos híbridos serán “organismos modificados genéticamente que estarán sujetos a leyes específicas que podrían limitar la capacidad de trasladar organismos a través de fronteras y liberarlos en el medio ambiente”.

También la IUCN avisa de otros posibles efectos de esos rasgos genéticos no del todo conocidos, como que se conviertan en propagadores de enfermedades, en especies invasoras o que trastoquen el equilibrio de otras con las que no han estado en contacto. Además, como señalan estudios recientes, que estos proyectos restan inversión a esfuerzos previos a la extinción de otras especies en peligro. Y destaca un riesgo moral: “La creación de una aparente solución tecnológica a la crisis de la extinción de especies y la pérdida de biodiversidad podría tener el efecto perverso de hacer que la sociedad se sienta mejor acerca de su actitud de usar y tirar hacia la naturaleza”.

Los científicos que lideran los principales proyectos para revivir especies desaparecidas, desde tilacinos a dodos, explican que no crearán “fotocopias exactas”, sino sustitutos modificados genéticamente y exploran el debate: ¿Qué es un ser desextinguido?