El senador santacruceño José María Carambia aprovechó su turno en las preguntas al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, para denunciar aprietes a los trabajadores del Correo en el pueblo de Tres Lagos, en su provincia de origen.
Ante la mirada imperturbable de Posse, Carambia comentó que mantuvo junto a su compañera de bloque, Natalia Gadano, una conversación virtual con los trabajadores de esa empresa estatal, que figura entre las firmas que el gobierno pretende declarar sujetas a privatización en la ley ómnibus, y una de las empleadas manifestó su temor ante los aprietes que recibe para renunciar a cambio de un retiro voluntario.
«Si no aceptan, van a ver lo que les va a pasar», contó la trabajadora, cuyo nombre el legislador identificó como «Griselda».
«¿Qué le digo a Griselda? ¿Que esté tranquila, que esté nerviosa? ¿Qué le va a pasar si no acepta el retiro voluntario?», preguntó Carambia al jefe de Gabinete.
Al momento de responder, Posse eludió cualquier referencia a las amenazas que expuso Carambia. «El retiro en el Correo es voluntario, cada trabajador elige», explicó, y precisó que «ya se adhirieron 1700 trabajadores» del Correo y «en Tres Lagos hay 2 trabajadores en funciones, que siguen trabajando».
El senador dijo que los aprietan para que acepten retiros voluntarios. El jefe de gabinete no respondió sobre las amenazas.
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